...DISCURSO DE CANTINFLAS: UN LLAMADO A LA SOLIDARIDAD...

EL GRAN DICTADOR...DISCURSO...CHARLES CHAPLIN...

jueves, 28 de agosto de 2008

...EFRAÍN BARQUERO....PREMIO NACIONAL DE LITERATURA 2008...


Estudió en el Pedagógico de la Universidad de Chile en Santiago, en la misma época de sus compañeros de generación; Jorge Teillier, Pablo Guiñez y Rolando Cárdenas. Más tarde fue agregado cultural en Colombia durante el gobierno de Salvador Allende. Posteriormente se radicó en Francia, país donde estuvo exiliado y trabajó desde 1975 a 1990. Viajó y residió en diversos países del Extremo Oriente, América Latina y Europa, tales como China, México, Colombia y Cuba.

Su poesía, canta al campo y al hogar, contempla las cosas sencillas y las maravillas del universo, se acerca a los niños y a los desposeídos, alcanzando sentido social.

Considerado en sus inicios como el natural continuador de la línea de desarrollo poético abierta por Pablo Neruda, su primer libro, La piedra del pueblo (1954), fue incluso prologado por el Premio Nobel, además de ser calurosamente recibido por la crítica por su temática y por el surgimiento de una voz definida y bien calibrada dentro del panorama literario.

Empujado a un largo exilio en México, Cuba y Francia tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, Barquero continuó su labor creativa en el extranjero, principalmente en Francia, país en el que escribió A deshora entre 1979 y 1985, y que fue publicado en Chile el año 1992, al igual que Mujeres de oscuro y El viejo y el niño.

Decepcionado de Chile y amarrado ya por la costumbre del exilio, Barquero regresó a Francia al poco tiempo de intentar radicarse en Chile. Sin embargo, antes de su partida publicó La mesa de la tierra, libro con el que obtuvo el Premio Municipal de Literatura en 1999. Actualmente vive alternativamente entre Chile y Francia, donde también permanece una parte de su familia.

El 25 de agosto del 2008 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura.


Obras [editar]La piedra del pueblo (1954)
La compañera (1956)
Enjambre (1959)
El pan del hombre (1960)
El regreso (1961)
Maula (1962)
Poemas infantiles (1965)
El viento de los reinos (1967)
La compañera, poemas de amor (1969)
Epifanías (1970)
Arte de vida (1970)
La compañera y otros poemas (1971)
El poema negro de Chile (1976)
Mujeres de oscuro (1992)
A deshora (1992)
El viejo y el niño (1993)

sábado, 16 de agosto de 2008

...JUVENTUD....¿DIVINO TESORO?...


W D C»



Eran tres letras, escritas con aerosol en la pared de un establecimiento educacional. Habían sido escritas por tres muchachos de la comunidad. Este era otro acto de vandalismo cometido en ese barrio de Antofagasta, Chile. Las tres letras eran: «W D C». Son las primeras letras de tres palabras en inglés: «We Don’t Care.» Traducido al español: «A nosotros no nos importa
Los tres muchachos habían tomado la frase como insignia. Uno de ellos, Juan , de diecisiete años de edad, había matado a un hombre al asaltar una tienda. Raúl , de quince, había violado a una niña de diez años de edad. David , de diecisiete, había asesinado a una pareja de ancianos. Los tres enfrentaban un proceso judicial, pero a pesar de eso seguían repitiendo: «A nosotros no nos importa.»
Ésta es la filosofía de muchos jóvenes hoy en día. ¡Nada les importa! No les importa el honor. No les importa la familia. No les importa su integridad. Y tampoco les importa su educación, ni su carácter ni su futuro. No quieren saber de nada: ni de cultura, ni de libros, ni de ideales ni de llevar una vida recta,ni de respetar a los profesores...
¿Qué es lo que persiguen? Buscan el sexo, buscan las drogas, buscan la independencia, buscan el libertinaje,buscan el camino fácil,la delincuencia. Nada les interesa, nada les importa, nada les impresiona, ni aun la posibilidad de pagar con su vida los crímenes que cometan. Lo único que para ellos vale es lo que pueda traerles satisfacción inmediata.
¿De dónde viene este cinismo? ¿Por qué tanto desprecio por los padres, la familia, el hogar y la escuela? ¿Podrá ser porque nuestros adolescentes son víctimas del mundo que les han legado los adultos? Sea lo que sea, lo cierto es que vivimos en un mundo dado a las pasiones sensuales y dedicado a la posesión de bienes materiales. ¿Qué esperanza, entonces, puede haber para la juventud de nuestros días?